miércoles, 5 de octubre de 2011

EJEMPLOS DE CLASE DE TEXTOS NARRATIVOS


RELATO HISTÓRICO

Capsulitas biointeresantes 8. ¿Alguien sabe en dónde está Lamarck?Jean-Baptiste Lamarck estudió medicina y botánica; publicó “Flora francesa”, obra en la que por primera vez se clasificaba sistemáticamente la flora por medio de una clave dicotómica; fue miembro de la Academia Francesa de Ciencias; fue director del Departamento de los Animales sin Esqueleto (a los que posteriormente Lamarck asignó su denominación moderna de invertebrados); compendió sus estudios en siete volúmenes de su obra principal, “Historia natural de los invertebrados”; publicó tratados de meteorología, geología, química y paleontología, y fue el primero en formular una teoría bien estructurada de la evolución de los seres vivos: El Transformismo.

Sin embargo, murió solo, ciego y en la indigencia.
    ¿Qué paso? ¿Por qué cayó en la desgracia?
      Sucedió que con su teoría evolutiva se enfrentó a la creencia general de que todas las especies habían sido creadas por un ser supremo y que permanecían inmutables desde entonces.
        La teoría de Lamarck fue criticada duramente por la comunidad científica de su época. La revolucionaria visión biológica de Lamarck fue descalificada por los zoólogos fijistas en los debates académicos y condenada por la sociedad y los gobiernos del Imperio y de la Restauración monárquica.
          El rechazo que sufrió la teoría de la evolución de Lamarck marcó el descrédito de su autor en vida y aun mucho después de su muerte, y arrastró consigo injustamente al resto de su obra.
            Es común pensar que Darwin propuso la primera teoría de la evolución, pero no fue así. Lo que Darwin propuso fue la teoría de la selección natural, el método por el cual ocurre la evolución.
              Lamarck expuso su teoría de la evolución en el año 1800 y, al igual que Darwin, concluyó que las especies cambian a través del tiempo al adaptarse a nuevos ambientes. Como Darwin, Lamarck concluyó que los progenitores pasan sus características a sus descendientes. También estableció el principio del uso y desuso de los órganos. Si un órgano se usa, se desarrollará más, y si no se usa, se atrofiará podrá desaparecer en generaciones futuras.
                En donde la teoría de Lamarck falló fue en la suposición de que los progenitores podían adquirir características mediante un deseo interno; por ejemplo, el desarrollo de un cuello largo al estirarlo continuamente para comer de las ramas más altas de los árboles, en el caso de las jirafas. La idea parece tonta ahora, pero nadie –nadie- entendió la genética antes del siglo XX, casi cien años después de la muerte de Lamarck.
                  Aunque la teoría lamarckiana no resistió el avance de nuevos conocimientos, contribuyó de manera importante a la gradual aceptación de la evolución biológica.
                    Lamarck nació en Francia en 1744 y murió en 1829 solo, ciego, empobrecido y desamparado… y fue enterrado en una fosa común. Pero eso no fue todo, sus huesos fueron exhumados cinco años más tarde para hacer sitio para otros y sus restos se perdieron para siempre… Como los de Mozart, nadie sabe en dónde quedaron.
                      No fue sino hasta principios del siglo XX cuando se revisaron sus ideas y se le comenzó a reconocer como un gran naturalista y pensador avanzado para su época. En 1908, el gobierno francés de la época del positivismo científico restauró su memoria y le erigió una gran estatua en la orilla del Sena, en la entrada del Jardín de Plantas, en cuyo pedestal una inscripción anuncia: "Fondateur de la doctrine del'evolution".

                          RELATO POLICÍACO

                          LA PROMESA
                            El sol emergía entre las montañas que rodeaban al pueblo. A lo lejos el aullido persistente de los perros rompió con la calma. Las nubes se tornaron negras de pronto y la neblina llegó de quién sabe dónde, para destruir el sosiego que había reinado en Segarra durante muchos años.
                              - ¿Ésta muerta?-preguntó lentamente; como si las palabras que arrastraba no estuvieran llenas de curiosidad.
                                - Eso parece- contestó el jefe de la policía, que había llegado hasta ahí guiado por los gritos. Movió el cuerpo de la joven con el pie.
                                  - ¡Oiga, no haga eso!, ¿qué no es capaz de un poco de respeto?- le gritó él.
                                    - En cuestiones como estas, ¡el respeto me importa un carajo!; además, ¿usted que chingados está haciendo aquí?
                                      - Yo la encontré y; además, era su amigo.
                                        - ¡Ahhh, entonces está usted detenido!
                                          - ¿Detenido? ¡Pero está usted completamente loco!, ¿por qué quiere llevarme detenido?- dijo estupefacto.
                                            - Pues porque usted es el principal sospechoso; estaba aquí cuando llegué y ; además, todo mundo sabe que un hombre y una mujer no pueden ser amigos.
                                              - ¿Y eso qué tiene que ver, pretende detenerme sólo por esa estupidez?- replicó furioso.
                                                - No, lo detengo también por estar jodiendo…
                                                  La noche cayó en las calles de Segarra acompañada con el sonido de los grillos y el rumor lejano del río que bordeaba el pueblo. Las casas con sus puertas cerradas parecían albergar pequeños y tranquilos mundos; sin embargo, tras de esas puertas se fraguaban historias que nada tenían de tranquilas.
                                                    - Dicen que fue el otro maestro el que la mató.
                                                      - La señora de la fonda escuchó cuando él le confesaba al jefe de la policía que eran amantes.
                                                        - A mi me dijeron que la mató porque estaba celoso del Doctor Martínez, ya ves que desde el mes pasado ella empezó a ir bien seguido a su casa, ¡que dizque porque estaba enferma!
                                                          - ¡Ja, se ha de ver ido a dar sus buenos revolcones con el Doctor!
                                                            Miró por la pequeña ventana que daba hacia la calle. Ahí adentro el calor era inimaginable y el olor lastimaba los ojos. Le parecía que la celda se volvía más pequeña y asfixiante conforme pasaba el tiempo.
                                                              - ¡Tú, arrímate pa’ca!- dijo el policía.
                                                                Aturdido, no se movió ni respondió.
                                                                  - ¿Qué no estás oyendo cabrón?- gritó el uniformado.
                                                                    - Yo no la mate- dijo de pronto.
                                                                      - Entonces, ¿quién fue?
                                                                        - ¡No sé, ya le dije que no sé!, éramos amigos; pero cuando llegue a la escuela ya estaba ahí tirada. Muerta.
                                                                          - ¡Y a poco piensa que le voy a creer! Los chamacos dicen que cuando llegaron ella estaba tirada y que usted estaba ahí.
                                                                            - ¿Y qué es lo que les estoy diciendo? ¡Llegué y estaba muerta! En eso llegaron mis alumnos, y fue cuando se armó el escándalo. ¡Usted está loco! ¡Esta empeñado en acusarme y todo porque no le caigo bien, yo no la mate!- gritó desesperado.
                                                                              El policía le dio la espalda; él se dio cuenta de que ignoraba sus palabras. Intentó cambiar de actitud con el fin de intentar conseguir un arreglo.
                                                                                - Disculpe si le he hablado de manera impropia; pero comprenda que mi situación es desesperante y pues, ¡no es para menos! Pero estoy seguro que esto se arreglará. Soy inocente y no me pueden culpar de algo que no hice.
                                                                                  - ¡Ja, ja!- rió estrepitosamente el policía- ¡a que maestrito tan ingenuo! ¿De cuándo acá no se puede culpar y encerrar a alguien que es inocente? ¿Pues en que país cree usted que vive? ¡No sea pendejo, si se me da mi gana puedo conseguir que lo manden a un reclusorio de esos de máxima seguridad, haber como le va ahí!, ¡ja, ja!- Se sentó mientras rascaba su grasienta calva- Ya mejor cállese no gaste saliva.
                                                                                    - Pero… ¡tengo derecho a un abogado!- la desesperación se apoderaba más de él.
                                                                                      - Puede que mañana venga el tinterillo del pueblo a ofrecerle sus servicios; eso sí usted le cae bien; sino, ¡ya se jodió!
                                                                                        Se dejó caer en un rincón de la celda sin importarle el desagradable olor que emanaba del piso. En su mente todo era confuso; el asesinato; las acusaciones; su amiga a la cual pudo ver la noche anterior cuando ella se dirigía a casa del Doctor.
                                                                                          - ¿Estás segura?- le dijo
                                                                                            - Completamente; ¡ella también está enamorada de mí!
                                                                                              - Pero, ¡está casada y uno de sus hijos es tú alumno!
                                                                                                - Por lo mismo, ¡tienes que jurarme que no le vas a decir a nadie; júrame que aunque sea cuestión de vida o muerte, no le vas a contar esto a nadie!
                                                                                                  - Pero… es que- vaciló.
                                                                                                    - ¡Por favor!, si esto se llega a saber su marido la puede matar a golpes, además el pobre niño también sufriría las consecuencias. Y lo más importante; piensa en mis padres, ellos crecieron aquí y si la gente se entera sufrirán mucho, ¡y eso no puedo soportarlo!.
                                                                                                      - Esta bien, no le voy a contar a nadie, jamás; pero por favor, cuídate mucho; dicen que el Doctor es de armas tomar; he escuchado que ha balaceado a más de uno por poquedades; ¡imagínate si lo llega a descubrir!
                                                                                                        - No te preocupes, seremos cuidadosas. Te prometo que nada va a pasarme.
                                                                                                          La mañana lo sorprendió sin dormir, se sentía cansado y enfermo.
                                                                                                            - ¿Por qué no cumpliste tu maldita promesa? ¡Me mentiste, dijiste que nada te pasaría!- murmuró cuando el tañido del campanario le avisó que la misa acababa y la procesión se dirigía al cementerio.
                                                                                                              - Buenos días- interrumpió sus pensamientos un joven alto y desgarbado- Soy José Gutiérrez, vengo a ofrecerle mis servicios; soy abogado.
                                                                                                                - Buenos días, sé quién es usted. Me alegra que viniera, ¡creí que ni siquiera me iban a dar la oportunidad de defenderme! Supongo que ya me conoce; soy Bruno Márquez, el maestro de la primaria.
                                                                                                                  - Entiendo, ¡en este mugre pueblo se hace lo que al jefe de la policía y al Presidente Municipal se le da la gana! Y sí, ya había oído hablar de usted. Mi hermana es su alumna.
                                                                                                                    No le respondió, se sentía demasiado cansado como para iniciar una plática que en nada ayudaría a su situación. El abogado pareció entender su silencio porque agregó:
                                                                                                                      - Dígame, usted que era tan amigo de la maestra, ¿Sabe de alguien que quisiera matarla?
                                                                                                                        - No- mintió- Laura no tenía problemas con nadie- dijo mientras imaginaba al Doctor en medio del salón de clases, disparándole a quemarropa a su amiga.
                                                                                                                          - ¿Está seguro?
                                                                                                                            - Sí- Mintió de nuevo. CONTINUARA ...

                                                                                                                              Actividad


                                                                                                                              RELATO CIENCIA FICCIÓN

                                                                                                                              • Enumera  las características del género de ciencia ficción. 

                                                                                                                              ·                        El tema del espacio y el tiempo.
                                                                                                                              ·                         Los personajes y sus poderes.
                                                                                                                              ·                         Las máquinas y extraños artefactos.
                                                                                                                              ·                         Los valores de este género.

                                                                                                                              • ¿Conoces alguna historia de ciencia ficción a través del cine, la literatura, o los cómics? Si es
                                                                                                                              Así, dinos  su título y explica su argumento.


                                                                                                                              ELABORAR UN RELATO DE CIENCIA FICCIÓN

                                                                                                                              ·      En esta actividad queremos que los alumnos  sean  capaces de elaborar su propio relato de ciencia Ficción. Para ello deben tener en cuenta estos puntos:

                                                                                                                              ·         Situar la acción cronológicamente en el tiempo que deseen. La imaginación de los alumnos se

                                                                                                                              ·    pondrá en marcha para recrear personajes, ambientes y hechos de dicha situación temporal.

                                                                                                                              ·           Elegir un lugar para localizar los hechos. Por ejemplo, rebasar la frontera del espacio de nuestro mundo, viajar en busca de otras civilizaciones y fantasías.

                                                                                                                                 Decidir cómo se van a contar los hechos. Utilizar un narrador en primera persona, como en

                                                                                                                               algunos de los relatos o un narrador omnisciente, que cuente lo sucedido en tercera persona.

                                                                                                                              · Describir a los personajes. No extenderse demasiado en las descripciones porque esto, en los

                                                                                                                              ·         relatos de ciencia ficción, retarda el tiempo narrativo.







                                                                                                                                2 comentarios:

                                                                                                                                1. compañeros el relato no tiene que ser extenso

                                                                                                                                  ResponderEliminar
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                                                                                                                                  ResponderEliminar